TORRIJOS EN LA RED

TORRIJOS EN LA RED

jueves, 31 de marzo de 2016

P N

 PABLO NERUDA

No hay más remedio que regresar a Neruda en ocasiones. Su poesía es fundamental para disfrutar de este arte tan íntimo. Sus poemas son para todos, y los poemas incluidos en su libro de juventud "Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada"  tal vez sea el libro de poesía más leído en el mundo.

 

ME GUSTAS CUANDO CALLAS

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

C H R




CARMEN HERNÁNDEZ REY

Poeta extremeña que publica en diversas revistas. Es muy íntima en sus versos, a veces demasiado, pero nunca hieren sus palabras. 
...........
SOPORTO

Sin palio una cruz,
sin credo a unas creencias,
sin dogmas a unos actos de fe.
Soporto el peso de una luz
que huye, porque la oscuridad
es simplemente no ver ni aspirar a ver.
Soporto el in-calculado estigma
que me otorgas
sin pedir,
como si nunca hubiese habido
más noches sin días
o más días en los que desdecir
a la noche.
Otorgando el indeleble pesio de una hormiga haciendo acopio
de subsistencia-
¡Ellas saben! lo que es pasar
hambre y tener recovecos
en sus estómagos.
Todos al final terminan
por no soportar el peso
de una comunión
en la cual sin sangre
ni carne quieren hacerte aséptica.
Yo… que estoy aprendiendo
a no vivir… y a morir
sin ataúd,
porque todo da igual.

martes, 29 de marzo de 2016

MEADAS
 









La "libertad" en España está adquiriendo caracteres de estupidez cuando se ven actuaciones como las que se muestran en las dos fotografías que presento. En una es el protagonismo de una incivil realizando semejante actividad fisiológica en medio de una procesión religiosa.
   La otra imagen es la de una mujer, Águeda Bañón,  con un alto cargo en la política catalana.
    Con estas actitudes se trata de reivindicar la liberación sexual de la mujer. Opino  que hay otras formas y lugares menos inadecuados que en medio de una procesión religiosa, así como medios diferentes para reivindar esa libertad sexual.
   En fin, cada cual es libre de ser grosera y desvergonzada como le dé la gana.
    Para amortiguar mi repugnancia, y llenarme de sentido del humor, presento un poema famoso de Rafael Alberti dedicado "A UNA MEADA" de las muchas que veía en las calles de Roma.

 Verás entre meadas y meadas,
más meadas de todas las larguras:
unas de perros, otras son de curas
y otras quizá de monjas disfrazadas.

Las verás lentas o precipitadas,
tristes o alegres, dulces, blandas, duras,
meadas de las noches más oscuras
o las más luminosas madrugadas.

Piedras felices, que quien no las mea,
si es que no tiene retención de orina,
si es que no ha muerto es que ya está expirando.

Mean las fuentes… por la luz humea
una ardiente meada cristalina…
y alzo la pata… pues me estoy meando.


   


lunes, 28 de marzo de 2016

IS



IVO SERGE (1896-1993)
Aunque nació en Croacia, se nacionalizó chileno. Conocido como el Médico de los Pobres y Apóstol de los Humildes. Se ha tratado de beatificarle. El poema que presento muestra la alegría y el optimismo de un hombre bueno y feliz. Así toda su poesía.

OCHENTA Y TRES

Ochenta y tres y vibro de alegría.
¡Qué de sol en mis predios interiores!
¿Penas? Jamás. Yo sólo sé de flores,
de cantos, esperanza y poesía.
Ninguna sombra en mi camino. Nada.
Amé mucho y me amaron donde estuve.
Hallé un rosal florido en cada nube
y rosas a través de la jornada.
Nunca pensé en que la vida pasa.
¿Para qué?, si mi barro arde y se abrasa,
hoy como ayer, en risas y quimera.
¿Mañana? A qué el mañana, si confío
en que este diáfano corazón mío
vivirá, hasta morir, en primavera.

viernes, 25 de marzo de 2016

SONETOS




 Un Viernes Santo merece recordar la muerte de Cristo. Por ello presento dos bellos sonetos, uno de Lope de Vega, verdadero maestro del soneto, con numerosos escritos religiosos.
   Otro soneto es uno de los más conocidos de la literatura española. Parece ser que fue escrito por Antonio de Rojas, pero mejor será dejarlo como anónimo. Es, tal vez el soneto que todo el mundo ha escuchado alguna vez, y que tiene una belleza pocas veces (o ninguna) lograda.


LOPE DE VEGA
SONETO


Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño,
Tú que hiciste cayado de ese leño,
en que tiendes los brazos poderosos,

vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguirte empeño,
tus dulces silbos y tus pies hermosos.

Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.

Espera, pues, y escucha mis cuidados,
pero ¿cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies clavados?
    ...........................

ANTONIO DE ROJAS (1585-1650)

Soneto a Cristo Crucificado



No me mueve mi Dios para quererte

el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido

para dejar por eso de ofenderte.



Tú me mueves, Señor, muéveme el verte

clavado en una cruz y escarnecido,

muéveme ver tu cuerpo tan herido

muévenme tus afrentas y tu muerte.



Muéveme, en fin, tu amor, en tal manera,

que aunque no hubiera cielo yo te amara

y aunque no hubiera infierno te temiera;



No me tienes que dar porque te quiera,

porque aunque cuanto espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera.




miércoles, 23 de marzo de 2016

CM



   CARLOS MARZAL (1961)
           
Pertenece a la llamada Poesía de la experiencia, es profesor de literatura y ejerce como crítico literario en el ABC Cultural. Su obra se ha incluido en las más importantes antologías poéticas y ha sido galardonada, entre otros, con los
siguientes premios: Premio de la Crítica 2002, Premio Nacional de Poesía 2002, por «Metales Pesados» y en el 2003, Premio Loewe por «Fuera de mí».

UBI SUNT
 Todo está en donde estuvo, todo late
    en el primer latir
    de la primera aurora cautivada,
    y en su cautivo corazón en pálpito.
    Todo fluye
    en el mismo fluir de un mismo río,
    por el agua tenaz de un cauce idéntico.

    ¿Acaso es que no sientes en tu piel
    la salvaguardia de otra piel pretérita,
    las sangres centinelas de tu sangre,
    las sombras que fecundan a tu sombra?

    ¿No sabes escuchar bajo la voz
    los coros primordiales de las voces,
    ni el ser de la palabra en cuanto somos,
    ni el eco de vivir en lo que hablamos?

    Lo que antes eran hombres hoy es tiempo,
    las mujeres que han sido son del aire,
    la arena vagabunda, nuestros hijos.

    ¿ En el volar, no ves el vuelo inmune?
    ¿No amas, en el amar, el amor único?

    A fuerza de mudarse, nada cambia;
    de tanto discurrir, todo está inmóvil.
    Hay una sola frente pensativa
    que entiende la hermandad de cuanto existe
    y en cuanto ha muerto ve lo que no muere.

    ¿Qué se fizieron, pues? ¿Dó los escondes?

    Cierra los ojos para ver más claro
    y sal fuera de ti para morar contigo.