EL PODER DESGASTA

EL PODER DESGASTA

En cierta ocasión hablaba el "Viejo Profesor", es decir, Tierno Galbán, con otra persona de su partido, cuando era alcalde de Madrid,  el cual le decía: "Cuanto desgasta el poder, don Enrique". A lo que Tierno Galbán le replicó: "No, querido amigo, lo que de verdad desgasta es la oposición".

     Qué razón tenía don Enrique. Y eso se comprueba en la actualidad con la situación por la que atraviesa el PSOE. Tras la derrota contundente en las elecciones generales, vinieron los terribles fracasos en Galicia y en el País Vasco.

     Y tras estos fracasos vino lo peor de todo; el enfrentamiento entre los diferentes gerifaltes socialistas. La oposición desgasta tanto que me recuerda a la frase medieval de un ilustre personaje cuando afirmaba antes de ser ahorcado y quemado: "Esta es Castilla que face hombres e los gasta".

     Así sucede cuando los fracasos se suceden uno tras otro: el secretario general, Rubalcaba, es contestado por casi todos, menos por quienes no tendrían oportunidad con otro secretario.

     Las peleas son constantes; las acusaciones frecuentes; los malos modos todos los días y las puñaladas traicioneras se dan a todas horas. Todos quieren medrar de una manera o de otra. Las ratas abandonan el barco al menor síntoma de naufragio. Y ahora en el PSOE hay muchas ratas que escapan tan deprisa como pueden.

      Los hay que quieren convocar un congreso extraordinario, pero Rubalcaba se resiste a convocarlo pues afirma que él ha sido elegido para cuatro años y los va a cumplir.

    No lo creo. No podrá aguantar la presión que le preparan hombres y un par de mujeres. Además esta el PSC, ese grupo catalán independiente del PSOE. Y si los resultados son tan malos como indican las encuestas el desgaste será mucho más incontrolable. Eso le va a desgastar una enormidad, porque el poder le desgasta pero estar en una oposición tan débil y tan acosado por los suyos le va a hacer imposible soportar tantos frentes; el congreso, el partido y la prensa.

     Así que Tierno tenía razón: la oposición desgasta una enormidad.