TÓPICOS
Existen en
política una serie de frases hechas, palabras manidas con un uso frecuente en las diferentes
agrupaciones políticas, son los tópicos que
hacen creer al público en general que son verdades defendidas
exclusivamente por un cierto partido político o por una ideología.
Esto sucede de manera especial cuando se
convocan elecciones del tipo que sea. Entonces todos los actos
públicos o manifestaciones en prensa, radio o televisión transmiten un mensaje
lleno de tópicos, de frases hechas que apenas tienen significado, pues tienen
tal carácter generalista que dejan de tener una significación concreta y
exacta.
Esto suele ocurrir de manera especial en la
izquierda más rancia. Cuando quieren darse a conocer transmiten una serie de
conceptos o palabras que tratan de definir su carácter político, como si esas
expresiones fueran definitorias de por sí, como si el hecho de pronunciar una
palabra con mayor intensidad o engolamiento ya supusiera una verdad universal y
nadie más pudiera utilizarla.
La izquierda cree haberse apropiado de unos
términos y se siente dueña de los mismo. Y la verdad es que saben utilizarlos
de manera inteligente y astuta, pero que a las personas medianamente formadas
no les convence, solamente lo hacen creer a personas que se acomodan por su
escaso criterio o falta de formación. Por ello el vocabulario de la izquierda
es altisonante, demagógico, populista y lleno de frases hechas y lugares
comunes que llaman la atención del escuchante.
Según lo dicho parece que la defensa del
feminismo es exclusivo de la izquierda, especialmente el feminismo más radical.
Como si la mujer, sus problemas e intereses, fuera competencia exclusiva de la
izquierda.
Otro aspecto que trata de apropiarse la
izquierda es el progresismo como algo bondadoso, algo que a otros grupos no les
interesa o no se preocupan por ello. El
progreso se conquista por una convergencia de intereses entre las personas. Si
no hubiera creadores de empresas para dar trabajo a obreros no podría existir
el progreso. El progreso surgió cuando alguien apostó por una iniciativa,
arriesgó un capital y encontró trabajo para quienes nada tenían. Pero fueron
los obreros quienes dieron la posibilidad de crear riqueza, pues sin ellos nada
se podrían avanzar.
Otro aspecto que la izquierda trata de
apropiarse es el monopolio de la educación. Parece que sin la izquierda no
existiría posibilidad de obtener una formación académica. Y algo semejante
podría decirse de la sanidad, aspectos los dos que se tiene como algo exclusivo
de la izquierda, ya que sin ella no habría ni buena educación ni buena sanidad.
Y si gobierna otra opción política todo ello se destruye. La izquierda, la
izquierda, la izquierda es la gran defensora de la educación y la sanidad. Todo
lo demás lleva irremediablemente a la ruptura de unos intereses y a la
destrucción de esos aspectos tan esenciales para sociedad. Lo importante es una
buena educación y una buena sanidad, que me enseñen bien y que me curen,
independientemente de que sea pública o privada. Lo curioso es que la inmensa
mayoría de la izquierda económicamente pudiente lleva a sus hijos a los centros
privados, de España o del extranjero. Los dirigentes de izquierda han tenido
enseñanza privada y no han salido bobos.
La defensa de lo Público es otra forma de
apropiarse de ciertos términos. La izquierda, según ella, es la única defensora
de lo que no debe ser privado. Lo público, digo yo, debe ser reducido a lo
mínimo, a todo aquello que la sociedad no pueda llegar. Pero la izquierda se
empecina en que todo sea público, cuando este modo de llevar a la sociedad ha
sido un completo fracaso en aquellos países que se ha tenido y se tiene como
forma de gobierno. No hay más que fijarse en los países en que predomina lo
público sobre todo lo demás. Hay que detenerse a ver donde existe riqueza y
donde domina la necesidad, la pobreza.
Trata la
izquierda de transmitir el miedo a la derecha, como avisando de que "viene
el lobo feroz".
Quieren
apropiarse como únicos defensores del monopolio de lo social. Todo aquello que
tenga que ver con algo que se dirija a la masa es competencia exclusiva de la
izquierda, y no hay más que fijarse en los centros sociales, en las guarderías,
en las residencias de ancianos, en los colegios, en los centros de salud.
Parece que sólo la izquierda se preocupa por estos aspectos, cuando en realidad
ha sido con otras opciones cuando mayor bienestar se ha logrado. Pero la
izquierda insiste una y otra vez en que es ella la promotora y defensora del
bienestar social.
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