MANUEL
MACHADO
Poeta
sevillano. Hermano de Antonio, con tendencias políticas enfrentadas. Su poesía
presenta una ruptura con el modernismo y el simbolismo, y una utilización de un
lenguaje más coloquial. Su verso es ingenioso, ágil y expresivo abundando en
coplas, seguidillas, y soleares. En el poema Manuel Machado recurre a una
metáfora, la de la flor venenosa, la adelfa, el poeta es peligroso porque no es
dócil con los presupuestos de la sociedad en que vive, él tiene otras
inquietudes y todo su comportamiento está subordinado al arte.
ADELFOS
Yo
soy como las gentes que a mi tierra vinieron
—soy
de la raza mora, vieja amiga del Sol—,
que
todo lo ganaron y todo lo perdieron.
Tengo
el alma de nardo del árabe español.
Mi
voluntad se ha muerto una noche de luna
en
que era muy hermoso no pensar ni querer...
Mi
ideal es tenderme, sin ilusión ninguna...
De
cuando en cuando, un beso y un nombre de mujer.
En
mi alma, hermana de la tarde, no hay contornos...;
y
la rosa simbólica de mi única pasión
es
una flor que nace en tierras ignoradas
y
que no tiene aroma, ni forma, ni color.
Besos
¡pero no darlos! Gloria.... ¡la que me
deben!
¡Que
todo como un aura se venga para mí!
¡Que
las olas me traigan y las olas me lleven,
y
que jamás me obliguen el camino a elegir!
¡Ambición! No la tengo. ¡Amor! No lo he sentido.
No
ardí nunca en un fuego de fe ni gratitud.
Un
vago afán de arte tuve... Ya lo he perdido.
Ni
el vicio me seduce ni adoro la virtud.
De
mi alta aristocracia dudar jamás se pudo.
No
se ganan, se heredan, elegancia y blasón...
Pero
el lema de casa, el mote del escudo,
es
una nube vaga que eclipsa un vano sol.
Nada
os pido. Ni os amo ni os odio. Con dejarme,
lo
que hago por vosotros, hacer podéis por mí...
¡Que
la vida se tome la pena de matarme,
ya
que yo no me tomo la pena de vivir! ...
Mi
voluntad se ha muerto una noche de luna
en
que era muy hermoso no pensar ni querer...
De
cuando en cuando un beso, sin ilusión ninguna.
¡El
beso generoso que no he de devolver!
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