ANARQUISTAS ASESINOS
El anarquismo es una
filosofía política y social que llama a la oposición y abolición del Estado
entendido como gobierno y, por extensión, de toda autoridad, jerarquía o
control social que se imponga al individuo, por considerarlas indeseables,
innecesarias y nocivas. El anarquismo en España ha estado lleno de una serie de
crímenes y atentados a cual más importante.
Entre finales
del siglo XIX y principios del XX se sucedieron las revueltas y proliferó la
realización de atentados con bomba: el 24 de septiembre de 1893 un anarquista
atentó en Barcelona contra el general Martínez Campos, que resultó herido, a la
vez que moría un guardia civil. El autor del atentado, Paulí Pallàs, fue
fusilado, hecho que comportó la represalia de otro anarquista, Santiago
Salvador Franch, que el 7 de noviembre de 1893 lanzó una bomba en el interior
del Teatro del Liceo, causando 20 muertos. Igualmente en la ciudad condal, el 7
de junio de 1896, el anarquista Tomás Ascheri hizo explotar una bomba en la
procesión de Corpus, con un resultado de seis muertos. Otra serie de atentados
en los siguientes años condujeron de nuevo a una dura represión gubernamental,
ejecuciones, encarcelamientos y destierros masivos a Inglaterra, que
debilitaron el movimiento anarquista en España unos años, hasta la fundación en
1900 de la Federación de Trabajadores de la Región Española. La Federación se
extinguió como organismo en 1905 o 1906, pero las distintas secciones o
sindicatos, que persistieron pese a la falta de organización, comenzaron a
federarse de nuevo en Cataluña alrededor de Solidaridad Obrera.
Los atentados más destacados son los siguientes:
ALFONSO XIII

CÁNOVAS DEL CASTILLO
Antonio Cánovas del
Castillo era presidente del gobierno cuando fue asesinado por un anarquista y a
él le deben los Borbones las reinstauración de su dinastía en España. Fue un
político muy influyente y considerado como brillante por sus contemporáneos. Dirigente
del partido conservador y fundador del régimen de la Restauración Borbónica.
Fue el principal protagonista de la vida política del último tercio del siglo
XIX .
Su asesinato ocurrió el 8 de
agosto de 1897 en el balneario guipuzcoano de Santa Águeda, donde estaba
reponiéndose de sus dolencias. Estaba acompañado de su esposa, y se había
detenido en el balneario de camino a San Sebastián donde iba a reunirse con la
Reina Regente , ya que las tensiones políticas internas y los problemas de
ultramar no permitían demora.
En el balneario estaba también
instalado un italiano que se había registrado bajo el nombre de Emilio
Rinaldini, como corresponsal del periódico Il Poppolo. Era un individuo que no
tenía trato con ningún cliente, y según parece era el único huésped
desconocido. Ese domingo , Cánovas oyó misa en la parroquia de Santa Águeda y a
la vuelta al balneario estuvo leyendo el periódico sentado en un banco situado
cerca de la puerta de cristal en el exterior del balneario, cuando era la una
del mediodía, se le acercó un individuo y le disparó tres veces y una hora más
tarde Cánovas moría. Cánovas había recibido tres tiros, los dos primeros le
causaron heridas en la cabeza y el tercero en un costado
El asesino se dio a la fuga,
siendo detenido de inmediato por un policía llamado Puebla , el anarquista
gritó "Soy anarquista , le he matado" y un teniente de la guardia
civil le condujo detenido a la habitación de telégrafos del balneario
CANALEJAS

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