TORRIJOS EN LA RED

TORRIJOS EN LA RED

domingo, 22 de septiembre de 2013

NUEVAMENTE CATALUÑA


NUEVAMENTE CATALUÑA


Artículo aparecido recientemente y que por su interés reproduzco.

Muñoz Machado: “Escocia y Quebec se parecen a Cataluña como un huevo a una castaña”

El catedrático Santiago Muñoz Machado desmonta las comparaciones de los nacionalistas catalanes.

MARIANO ALONSO 
 "¿Debería Escocia ser un país independiente?" En un año los escoceses contestarán a esa pegunta en un referéndum convocado por el Gobierno del nacionalista Alex Salmond tras un pacto con el primer ministro británico, el conservador David Cameron. Consultas parecidas se han celebrado por dos veces en la región canadiense de Quebec, en 1980 y 1995. Ambas con resultado negativo para los secesionistas. A los precedentes escocés y canadiense se remiten siempre los nacionalistas catalanes. No en vano, la pretensión de CIU y ERC es celebrar el referéndum sobre la independencia el año que viene, coincidiendo con Escocia.
Pese a las aparentes similitudes, la realidad histórica y política de los tres territorios dista de parecerse. Así lo señala en declaraciones a Libertad Digital Santiago Muñoz Machado, recientemente elegido académico de la RAE y una de las voces más autorizadas en España en materia de modelo de Estado: "Lo que han hecho los nacionalistas catalanes es poner como ejemplo cualquier territorio que haya solicitado u obtenido la independencia, con total desconsideración de las circunstancias políticas, históricas o sociales. Lo mismo les da, en ese sentido, Groenlandia que Kosovo. Escocia y Reino Unido siempre han sido reinos separados con su propio parlamento y en 1707 mediante un acuerdo internacional se unificaron ambas cámaras. No hay ningún obstáculo para disolver ese acuerdo de hace tres siglos ente dos partes independientes. Lo mismo en el caso de Quebec, que se parece a Cataluña como un huevo a una castaña. Fue una colonia francesa que perdieron en guerra con los indios y que a finales del XVIII se incorporó al norte de América bajo dominio inglés. Es un territorio colonial incorporado bajo un pacto y, de nuevo, con una Constitución que impide ese tipo de consultas. No hay parangón histórico ni legal posible"
Situados en el caso estrictamente español, Santiago Muñoz Machado recuerda cómo "la historiografía franquista trató a Cataluña con una cierta desconsideración por su papel en la historia" lo que no puede justificar, añade, la revisión de esa historia que ahora llevan a cabo los historiadores del nacionalismo que "han llegado a la solución contraria, que es inventarse hitos de la historia catalana que no tienen nada que ver con la realidad. Lo cierto es que Cataluña no ha tenido en los últimos quinientos años un estatus de independencia ni del Reino de Aragón ni de España como tal. Siempre ha sido un territorio integrado, sin perjuicio de su autonomía propia, que no se perdió ni con los decretos de Nueva Planta. El centralismo absoluto llegó en 1812 con la Constitución de Cádiz, sin mucha oposición de los catalanes, que participaron en el debate".

La extensión del modelo catalán


En su libro Informe por la extensión de las mismas competencias, por ejemplo la de legislar, a regiones como Murcia, La Rioja, Cantabria o Asturias, de extensión y población mucho menor que otras como Andalucía o la propia Cataluña. Además de su conocimiento teórico, Muñoz Machado trabajó en el Ministerio de la Presidencia durante los primeros años de Adolfo Suárez en La Moncloa. Y con esa experiencia a cuestas señala que "probablemente el café para todos era inevitable, lo que se ha hecho mal es llevar la organización del Estado a una igualación absoluta. Y lo cierto es que no se cumple la Constitución. Por ejemplo, Cataluña ha decidido ya no cumplir la reforma de la Ley de Bases de Régimen local. Son independencias de hecho, no se trata de una anécdota"
En su libro Informe sobre España editado el año pasado por Crítica, Santiago Muñoz Machado, catedrático de Derecho Administrativo por la Universidad Complutense de Madrid, señala al Título VIII de la Constitución como el germen de muchos de los males actuales de la organización territorial de España. Fundamentalment

lunes, 9 de septiembre de 2013

GIBRALTAR ESPAÑOL




GIBRALTAR ESPAÑOL



Por su curiosidad adjunto el artículo aparecido en LA TRIBUNA DE TOLEDO

HISTORIA DE UNA CALLE

GIBRALTAR ESPAÑOL, Y TORRIJEÑO  

J.A.J./Toledo - domingo, 08 de septiembre de 2013

En estas semanas en que se ha agudizado el conflicto entre España y Gran Bretaña por la posesión del Peñón de Gibraltar, no está de más recordar que el Gibraltar Español existe. Más exactamente, una serie de gibraltares españoles, cada uno de ellos recogido en el callejero de alguna localidad española. Un ejemplo de esto es la calle Gibraltar Español de Torrijos, conocida en la localidad no solo por su peculiar nomenclatura, que ha hecho que la foto de su placa haya sido redifundida por las redes sociales como pancarta patriótica. También es uno de los principales lugares de encuentro de la Villa, al albergar cada sábado su mercado semanal.
El presidente de la Academia de Historia y Arte de Torrijos, Jesús María Ruiz-Ayúcar, recuerda que la creación de la calle Gibraltar Español vino unida con la recuperación de la reivindicación de la soberanía española sobre el Peñón por parte del Gobierno del general Franco en los años 60 del siglo pasado. «En aquel momento, España planteó una propuesta en la ONU para conseguir la devolución del territorio, pero los ingleses, como siempre muy listos y muy diplomáticos, lo pararon», rememora.
En este clima, tras los fracasos del entonces ministro de Asuntos Exteriores Fernando María Castiella para conseguir el retorno de la Roca al territorio nacional, el Estado español optaba por cerrar la verja que separaba Gibraltar de su entorno, aislando la colonia británica. Esta situación se prolongó hasta los años 80. Tras el cierre de la verja en 1969, «desde el Gobierno se dirigieron a los distintos ayuntamientos instrucciones para que incluyeran en sus callejeros vías con el nombre de Gibraltar Español, para remarcar que desde luego no era inglés. Y como consecuencia, en numerosas poblaciones de España se incluyó», explica el historiador local.

La vieja calle Cantarranas.
El Ayuntamiento torrijeño de la época no eligió entonces una calle de nueva construcción, sino una vía histórica de su casco urbano, la calle Cantarranas. Un lugar tradicionalmente muy concurrido, junto a la conocido Plaza de las Palmeras. Ruiz-Ayúcar expresa sus reparos no ya por la introducción del nombre de Gibraltar Español en el viario, sino porque se hiciera a costa de la denominación de una calle arraigada en la memoria popular de los torrijeños. «Se podía haber puesto en una calle nueva o en otra que no tuviera la historia de Cantarranas. Al menos ahora, el actual Ayuntamiento ha tomado la decisión de poner el nombre de Cantarranas a la prolongación de esta calle», comenta.
¿Y esta calle tiene algo en común con el Peñón? Los primero que llama la atención es que albergue el mercadillo, lo que la dota de una tradición comercial que la relaciona con la colonia británica pero sin el contrabando que se reprocha a los gibraltareños. Ruiz-Ayúcar recuerda que la instalación del mercado fue muy posterior al renombramiento de la vía, ya que se hizo en los 90 al resultar pequeña su primera ubicación, la Plaza de España.
Otro curioso vínculo puede verse en algo muy curioso: la religión. Es sabido que tras la pérdida de Gibraltar a comienzos del siglo XVIII, la protección británica hizo posible que en el Peñón se instalara la primera comunidad judía en el Sur de la Península Ibérica tras la expulsión de los seguidores de este credo por los Reyes Católicos en 1492.
No se sabe, pero podría haber sido posible que uno de estos judíos retornados descendiera de la floreciente comunidad judía existente en Torrijos en la Edad Media. Este comunidad, según explica Ruiz-Ayúcar, se ubicaba precisamente en la zona que luego ocuparon las calles Cantarranas y Gibraltar Español. «En Torrijos hubo dos sinagogas, y una de ellas estaba ahí. Cerca hay otra calle, la Matadero, cuyo nombre viene de la existencia allí de un matadero judío», recuerda.
Más allá de la historia, el alcalde torrijeño Juan José Gómez-Hidalgo señala que “la de Gibraltar Español es una


calle más dentro de nuestro callejero, la tenemos desde hace años en Torrijos y para nosotros es popular por su ubicación y por lo que contiene».
El regidor recuerda su importancia como calle céntrica y comercial para señalar que «realmente muchos torrijeños la tenemos tan interiorizada que cuando hablamos de la Calle Gibraltar Español pensamos más en todo eso que digo que en su sentido reivindicativo, aunque es cierto que el nombre llama mucho la atención de aquellos que vienen de fuera». En todo caso, Gómez-Hidalgo manifiesta su simpatía por esta denominación, al resaltar que la permanencia de la colonia británica desde hace 300 años «es una anomalía histórica, un anacronismo en el siglo XXI, y a mí me gusta ese carácter reivindicativo que tiene la calle».
Consuegra también tiene su calle Gibraltar Español. Haciendo una búsqueda a través de Internet, se ve que es cierto que la denominación de Gibraltar Español hizo fortuna en los callejeros de unos cuantos municipios de la región y de España. En la provincia de Toledo, aparte del caso torrijeño, encontramos otra calle con este nombre en Consuegra. Está situada en las afueras de la población manchega, entre las calles Santa Teresa y Cánovas del Castillo.
En Castilla-La Mancha, también se remarca la españolidad del Peñón en las correspondientes calles de Alcázar de San Juan y Anchuras, en Ciudad Real. Fuera de la región, también se localizan calles Gibraltar Español en Almería, Torre del Campo (Jaén) y Setenil de las Bodegas (Cádiz). Aparte, queda la denominación de calle Gibraltar, a secas, presente en Toledo en La Villa de Don Fadrique, en la ciudadrealeña Manzanares y otros municipios, como Salamanca.

domingo, 1 de septiembre de 2013

LA BANDERA ESPAÑOLA

LA BANDERA ESPAÑOLA

España ha conocido varias banderas representativas de la nación, siendo la roja y gualda la que más tiempo ha permanecido como la oficial y lo continúa siendo en la actualidad tras haber sido aprobada por la Constitución de 1978. Todas las demás que intenten representar al estado español son falsedades y deseos ir contra la Constitución.
Pero no siempre fue así, ya que la primitiva bandera del Imperio Español fue la llamada Bandera Borgoñona, representada por la llamada Cruz de San Andrés, con aspas rojas y fondo blanco.



     Esta bandera simbolizaba el martirio del apóstol San Andrés y representa el símbolo de humildad, pero en heráldica es símbolo de caudillo invicto en combate.
     El emblema indicado ha sido incluido en los escudos de armas y en las banderas de España, tanto de tierra como de mar, desde 1506, época de su introducción con la Guardia Borgoñona de Felipe el Hermoso, hasta nuestros días, donde todavía es un elemento importante en el Escudo de Armas del Rey de España, y en su estandarte, así como en los estandartes, banderas, banderines, guiones, pendones y confalones de las Fuerzas Armadas de España.
Esta cruz se encuentra en la bandera de numerosos países americanos, pues pertenecieron al Imperio Español. Igualmente, se ve en los escudos y bandera de provincias y poblaciones de España como recuerdo que ha permanecido de la antigua bandera española.
La bandera tricolor fue introducida por la II República en el año 1931, constando de los colores rojo, amarillo y morado. Pero el color morado no tenía valor histórico como representación de Castilla, ya que la bandera de los comuneros era de color carmesí.


     Esta bandera curiosamente fue la que portaban las fuerzas sublevadas en un principio, pues era la bandera legal. Pero poco después los nacionales despreciaron este símbolo, pues era la representación del enemigo. Así que para identificar  a los nacionales de los republicanos, por lo que el general Cabanellas, que era un general sublevado, pero de ideología republicana, además de liberal y masón, impuso la bandera roja y gualda. 


     Esta bandera fue la enseña de la Armada Española desde tiempos de Carlos III (de 1734-1759) al objeto de identificar a los barcos españoles. Posteriormente fue la bandera identificadora de las fuerzas españolas en tiempos de la Guerra de la Independencia, la cual fue definitivamente implantada como enseña nacional por Isabel II.
     Esta bandera fue la que se proclamó constitucional cuando en 1978 se aprobó la Constitución aprobada en referendum por la inmensa mayoría de los españoles.