ANTONIO PAU
No cabe duda que cuando asistimos a un pregón de La Sementera todos nos sentimos alegres con los continuos recuerdos de sus protagonistas. Las andanzas por las calles llenas barro o empedradas, las casas de una o dos plantas, las vivencias de unos recuerdos de la infancia llenan de emoción a quien nos está ofreciendo unas palabras llenas de nostalgia, pero de gran belleza.
Así fue como Antonio Pau, pregonero de lujo en Torrijos, nos llenó de emoción al recordar sus años de niñez, la estancia en casa de su abuela, la farmacéutica María Muncharaz, en la Plaza del Cristo. Los gatos recorriendo los tejados, la lluvia embarrando las calles. Las charlas interminables de su padre, médico, con su compañero José María Ruiz-Ayúcar.
Todo un pregón lleno de nostalgia, pero adornado con las palabras sabias y embellecidas con el buen hacer de quien supo ofrecer a los torrijeños quince minutos de intensa emoción para gozo y disfrute de quienes tuvimos la suerte de poder asistir a este singular pregón de un singular pregonero, que tiene en su persona los títulos de registrador, notario y abogado del Estado; quien ha publicado más de 40 libros de toda especie, desde publicaciones profesionales, pasando por descripciones de Madrid, poesía o trabajos sobre la musicalidad del tango. Además de tener la condición de Académico de la Real Academia de Jurisprudencia, de la Real Academia de Genealogía y Heráldica, de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, asó como Académico de Honor de la Academia de Historia y Arte de Torrijos.
Un hombre, un torrijeño, una buena persona.
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