LA DERECHA

LA DERECHA

Es frecuente que nos encontremos con personajes que se creen imprescindibles en un partido político de la derecha. Si ellos no lideran o forman parte importante de una candidatura se sienten ofendidos y  buscan salida, más bien venganza, en la formación de una candidatura que sirva de oponente al grupo del habían formado parte poco antes. 

     Esto suele verse esencialmente en las candidaturas a las elecciones locales. Se sienten como los únicos que llevan votos y que sin ellos el partido se ve perdido. Los pueblos son muy dados a este tipo de traiciones por estos personajes a causa de su soberbia. No son personas de partido. Son personas egoístas, personas que se creen llamados por la providencia para ser ellos los líderes de un partido, y si no se les da lo que desean se cabrean y traicionan a quienes han sido sus compañeros durante años.
     El caso más sangrante es el de Álvarez Cascos, que habiendo sido todo en el PP quiso encabezar la candidatura de Asturias y como el partido no le obedece formó uno nuevo, Foro Asturias, y se enfrentó a sus antiguos compañeros. Más tarde, pocos meses después de las elecciones se encontró con que no se aprobaron los presupuestos y como rabieta convocó elecciones creyendo que arrasaría. Pero los resultados no fueron muy positivos.
  Así que dos actitudes típicas de un soberbio que se cree imprescindible y que va a arrasar en las elecciones. En los dos casos se equivocó de medio a medio.
     ¿Por qué suceden semejantes irresponsabilidades en la derecha? ¿Por qué no saben aceptar las direcciones del partido? Si no están de acuerdo que se marchen en silencio, pero no, su rabieta les hace traicionar a su partido y hacerle el mayor daño posible.