TORRIJOS EN LA RED

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jueves, 9 de febrero de 2012

GARZÓN, CULPABLE

GARZÓN, CULPABLE


Garzón se lo estaba buscando. Su afán de protagonismo, de meterse en todos los charcos que supusieran un medio para transformarse en artista de la ceja no tenía más remedio que el charco terminara por salpicarle y terminar como ha terminado, expulsado de la carrera judicial. 
     Su actividad  política le llevó en un principio a meter en la cárcel a la cúpula del Ministerio del Interior con Felipe González como presidente. Clara venganza por no haber sido nombrado ministro, cuando esperaba ese cargo.

     Seguidamente, su compromiso con la izquierda le llevó a investigar el caso Gürtel, las víctimas de Franco, el caso de Pinochet, así como otros casos menos llamativos. Pero nunca se atrevió a denunciar las torturas de la Cuba de Castro, las muertes y encarcelamientos por motivos políticos. Su caza de políticos, además de la cacería con el ministro de just
icia, Bermejo, se centraba exclusivamente a los de un sector, nunca al contrario. Su afán persecutorio le hizo trazar una línea de investigación para machacar a la supuesta corrupción del PP de Valencia. Para ello no se anduvo con miramientos y sin mirar si estaba cometiendo prevaricación mandó poner escuchas a los encuentros entre abogado y acusado. Este hecho ha sido considerado por el Supremo como una actitud de países totalitarios. 
     Se creía bendecido por la divinidad y actuó de manera irracional, sabiendo que su actuación no era legal, porque su obligación era saber que lo que hacía era ilegal. Pero siguió prevaricando.
     El Supremo por unanimidad, sin ningún voto en contra, es decir coincidencia absoluta, le ha considerado culpable.
     Faltan otros dos juicios: uno por meterse en camisa de once varas en temas que no le correspondía y otro por haber obtenido dinero supuestamente por presionar a empresas que estaban en caso judiciales en poder de Garzón. Dos casos que pueden hacer más duro el calvario por el que está atravesando.
    No me alegro de que un juez sufra el peso de la ley, pero tiene que atenerse a lo realizado. La justicia es demasiado importante como para que los que tienen que impartir justicia se dediquen a actuar como en "regímenes totalitarios".
     Se han concentrado en la Puerta del Sol unos centenares de personas para protestar por la sentencia. No saben que están perjudicando a Garzón, que no se puede presionar a la justicia, que esa actitud va en contra de los intereses del acusado, que la justicia no hace caso de esas violencias. En breve veremos nuevas manifestaciones cuando se inicie el juicio por los asuntos de Franco. Ahí se van a reunir los de siempre, los que se creen con fuerza para violentar a la justicia, los falsos creadores y los auto denominados creadores. O sea los Bardem, los Ana Belén y Víctor Manuel, Concha Velasco, Joaquín Sabina...

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